El bastón, las monedas, el llavero,la dócil cerradura, las tardíasnotas que no leerán los pocos díasque me quedan, los naipes y el tablero,un libro y en sus páginas la ajadavioleta, monumento de una tardesin duda inolvidable y ya olvidada,el rojo espejo occidental en que ardeuna ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,nos sirven como tácitos esclavos,ciegas y extrañamente sigilosas!Durarán más allá de nuestro olvido;no sabrán nunca que nos hemos ido....Hay que volver a leer a Jorge Luis, Salud!!!
El bastón, las monedas, el llavero,
ReplyDeletela dócil cerradura, las tardías
notas que no leerán los pocos días
que me quedan, los naipes y el tablero,
un libro y en sus páginas la ajada
violeta, monumento de una tarde
sin duda inolvidable y ya olvidada,
el rojo espejo occidental en que arde
una ilusoria aurora. ¡Cuántas cosas,
láminas, umbrales, atlas, copas, clavos,
nos sirven como tácitos esclavos,
ciegas y extrañamente sigilosas!
Durarán más allá de nuestro olvido;
no sabrán nunca que nos hemos ido....
Hay que volver a leer a Jorge Luis,
Salud!!!